Venimos viendo como los medios comienzan a pinchar la burbuja del libro digital. Ya fuentes » especializadas» nos informan que los libros digitales no alcanzan el crecimiento esperado, que la industria gráfica sigue creciendo y parece que no muere. «Arriba el libro en papel» parece clamar la multitud, Los lectores claman por su hojas blancas, papeles bookcell y olor a cuero. ¿Será así? ¿Habrá sido todo una ilusión? Los lectores, las tabletas, el epub, la tinta electrónica. ¿Solo fuego fatuo, un invento más? Puede ser pero…
Sabemos que las sociedades suelen tener opiniones pendulares, somos extremistas. «Ni muy muy, ni tan tan» solía decir mi madre. Sabiduría que dan los años. Déjenme expresar mi opinión, que tratará de ser objetiva.
Me gustan los libros de papel, no solo leerlos, sino hacerlos, distribuirlos y venderlos. Me gusta su olor, el colorido de sus tapas y esa sensación de haber parido un hijo cuando un nuevo libro se imprime. Me gusta entrar a una librería y recorrer estantes, viendo tapas y ojeado contenidos. Cada vez que salgo de una librería siento nostalgia por el libro que no me llevo y pena por el que no alcance a comprar. Puedo pasar horas en una librería y suelo ir a ellas cuando me siento triste o deprimido para olvidar mis penas y salir reconfortado. Habiendo aclarado esto debo hablar sobre el libro digital.
Es indudable queel libro digital, surge, como todo lo que proviene de la tecnología, para simplificarnos la vida. El circuito de edición de un libro digital, es salvando algunas diferencias igual al de el del libro papel. Donde la cosa se pone dificil es en el momento de la «multiplicación» de ese libro. imprimir libros implica una inversión generalmente grande, que nos dará una producción que debe ser almacenada y luego distribuida y vendida. Todo un proceso complejo, con sus virtudes y vicios, que todos conocemos y que siempre intentamos simplificar. Ahora bien, el libro digital llego para hacerlo. Basta de gasto en impresiones, basta de depósitos llenos de libros, basta de problemas de logística. Haga su libro y pongalo a disposición de todo el mundo en minutos. Es más reciba dinero por su trabajo casi de inmediato. Esto es lo que logra el libro digital y nadie se lo puede quitar. Lo que hay que entender es que no vino a reemplazar a nadie,Llego por pedido de todos para hacer mas fácil, lo que era difícil. Ahora tenemos que tomarlo o dejarlo. Hay lectores de libros en papel, creo que todos lo somos. Hay lectores de libros digitales. También hay contenidos para libros digitales y contenidos para libros papel. No se pelean, quizás me atrevería a pensar que no se mezclan. Cada lado tiene sus seguidores, sus admiradores y sus detractores, pero no queda duda que el libro digital es un medio mas de comunicación. Un medio mas que hace que la gente lea mas, piense más y se pregunte mas.
Para las editoriales universitarias la «opción digital» es una gran oportunidad. en un mercado especializado la posibilidad de gastar poco en imprimir y menos en distribuir es muy atractiva. Se pueden formar fondos editoriales con menos «fondos». lo que gastaríamos en una edición papel, se puede utilizar para editar no menos de 5 libros digitales. esto es una gran oportunidad para aquellas editoriales que quieran crecer mas rápidamente. Y como ya hemos dicho en otras entradas, la promoción de nuestros autores puede ser mayor.
Volviendo al «ni muy muy, ni tan tan» de mi madre. Los libros digitales no son ni tan buenos, ni tan malos son lo que son, depende de nosotros y que queramos hacer con ellos. El tiempo nos dirá, el tiempo es sabio, quizás los árboles finalmente estén agradecidos.